Llevaba una media hora andando cuando lo ví, a mitad de la nada estaba ese cuaderno, el que cambiaría mi vida.Lo cogí sin pensarmelo dos veces y curioseé un rato, hasta que vi que tenía instrucciones.. "¿ En japonés ? Ah, aquí están en inglés.. algo es algo ". Me dispuse a leer la primera; "The human whose name is written in this note shall die." Quedé tan asombrada que solté la libreta y di varios pasos hacia detrás. Después de pensarlo un tiempo me acerqué y lo cogí, aceptando que ese era mi destino. En un principio no creía que una libreta pudiese matar a alguien, hasta que escribí el primer nombre.. El nombre de aquella persona que tantas veces se había metido en mi vida. Murió de un ataque al corazón. Pensé que tal vez era casualidad, pero.. demasiada casualidad. Llegué a mi casa y me acosté, intentando no pensar en lo que había hecho. " Un nuevo día", pensé. Salí disparada y fui a coger el ascensor. Alguien subía, así que me senté en la escalera. El ascensor venía a mi planta. Llegó. Esperé, pero nadie salia de dentro. Pensé que tal vez algún vecino lo había pedido antes. Así que me dispuse a entrar. Cogí la fría puerta de metal y entré sin mirar. Levanté la cabeza del suelo y allí estaba, el ser más majestuoso del mundo. Medía sobre 2 metros, y tenía los ojos más claros que jamás había visto. Su espalda era muy ancha, y de ella salían dos inmensas alas. Él simplemente me tocó el pelo, así supe quien era. Era lo que siempre había estado esperando.. Alguien que siempre estuviese a mi lado. Creí que nos mirarían raro por la calle.. pero ante su indiferencia comprendí que solo yo.. nadie más que yo podia admirar su belleza.
(Escrito el 10/12/09)
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